TRONCHÓN Y LAS GUERRAS CARLISTAS

JOSÉ MARÍA BARELLA MIRÓ


EL ENCUENTRO DEL CARRASCAL DE TRONCHÓN
“Aquellos pueblos de la comarca bajo aragonesa sufrieron mucho durante la guerra y presenciaron tristes escenas de crueldad y barbarie... Los alrededores de Mirambel y Morella, como todas las tierras del Maestrazgo debían estar empapados de sangre... Tronchón tenía la especialidad antigua del queso...”
(PIO BAROJA.- “LA VENTA DE MIRAMBEL”)

Creo que todos los que conocéis Tronchón y habéis paseado por sus alrededores habréis notado en el antiguo camino de Villarluengo, muy cerca de la masía del Palomar, la presencia de unos enterramientos que aflorarían al margen del camino por efecto de algunas obras de ensanchamiento del mismo.

Hace ya bastantes años pude ver unos restos humanos, cosas que ahora es imposible, pues nada ni nadie es capaz de poner coto a la curiosidad y aquellos pocos restos han desaparecido.

Pensando en aquellos restos, y pensando en cual pudo ser la causa de que aquel lugar fuese destinado a sepultura, siempre he llegado a la conclusión de que podían ser los restos de reos ejecutados sobre el terreno o de combatientes caídos y enterrados después del combate.

Hasta el presente no me ha sido posible poder fundamentar una teoría sobre tales restos y el emplazamiento de las sepulturas. Pero el azar me ha puesto en condición de hacerlo, al poner en mis manos la edición facsímil de un librito, editado en Morella el año 1877 en la imprenta de Clemente Marín. El librito se titula “Efemérides de la Guerra Civil en el Alto Maestrazgo” y su autor es Estanislao de Kotska, apellido que me suena a seudónimo. El libro recoge, de una forma simple y sin grandes comentarios, los acontecimientos ocurridos en Morella y prácticamente en todo el Alto Maestrazgo desde 1869, fecha de los primeros movimientos insurreccionales carlistas hasta 1875, fecha en que se dio por finalizada la Segunda Guerra Carlista, que se desarrolló entre 1873 y 1875.

En un trabajo mío anterior, que ha sido recogido en este Web, dediqué mi atención al censo de Tronchón en 1840 sacando la conclusión de que, a pesar de los acontecimientos militares, la población había tenido un desarrollo más bien favorable, pues sus industrias artesanas habían colocado sus productos para aprovisionar a las tropas carlistas y a la corte del pretendiente en su breve estancia en Mirambel durante la primera guerra carlista que vino a durar desde 1836 a 1840 fecha del Abrazo de Vergara y exilio del Pretendiente al Trono D. Carlos María Isidro, tío de Isabel II.

No pasaron muchos años sin que los partidarios de la causa carlista empezasen de nuevo a movilizarse organizando partidas de guerrilleros que mantenían en vilo a las poblaciones y en actividad a las fuerzas militares. Dichas intentonas mantuvieron sometido al Maestrazgo a una situación de alarma constante pues la división de opiniones incluso llegó a fraccionar familias enteras. De mis conversaciones con los familiares más ancianos de mi mujer y de mis observaciones pude sacar la conclusión de que había un constante movimiento de gentes que vigilaban el posible acercamiento de partidas o que mandaban mensajes para orientar a los cabecillas carlistas sobre los movimientos de las tropas liberales. Prueba de ello es que todavía ha llegado hasta hace poco tiempo la existencia de escaleras secretas en las casas, para facilitar la huida de sus moradores en caso de peligro.

Algo muy normal fue también herrar las cabalgaduras con las herraduras puestas al revés para que sus huellas en los caminos desorientaran a posibles perseguidores.

Esta tensa situación estalló en 1872 año en que, a consecuencia del avance de los carlistas en unas elecciones, determinaron al Jefe del bando carlista, D. Carlos de Borbón, que ostentaba el nombre de Carlos VII, decidió emprender operaciones de mayor envergadura encendiéndose en 1873 una nueva guerra que afectó al N. De la península (conquista de Estella donde se estableció la corte de Carlos VII, intentos de tomar capitales de Provincia como Bilbao), movimiento que puso otra vez al Maestrazgo en situación de guerra abierta. Los dos centros donde se establecieron los mandos de ambos enemigos fueron Cantavieja (mando carlista) y Morella (mando liberal). Morella fue sometida a un bloqueo y a varios intentos de asalto que fracasaron. En Cantavieja, el mando de las fuerzas carlistas estuvo en manos de D. Alfonso de Borbón (hermano de Carlos VII) y el General Dorregaray a los que se unieron el gran número de cabecillas de partidas que venían ya operando por la zona. Las fuerzas liberales contaron con jefes como el General Jovellar (que fue ministro de la 1ª Republica) y Martínez Campos, autor del levantamiento de Sagunto que repuso el país bajo el dominio de los Borbones en la persona de D. Alfonso XII.

Fue precisamente el Ejército mandado por Martínez Campos el que en su avance sobre Cantavieja sorprendió al cabecilla Gamundi y le derrotó “en el carrascal de Tronchón”.

Interior del carrascal

Todo esto hace suponer que los enterramientos del camino de Villarluengo a la altura de la Masía del Palomar pueden datar de dicha acción guerrera. O ser de malhechores como observa en su trabajo en esta Web el Sr. Armando Ayora. Su proximidad a las Horcas puede interpretarse de las dos maneras.

Doy a continuación una copia literal del parte que dio el General Jovellar después de finalizar la operación de Cantavieja.

E.M.G..- Orden general de 6 de julio de 1875 en Cantavieja: “Soldados del ejército del Centro: Apenas habéis entrado en operaciones, han sido derrotadas todas las facciones de Aragón y Valencia.

La segunda división alcanzó y batió los batallones de Adelantado en dos encuentros sucesivos, el 25 de Junio en la salada y Domeño, y el 29 en Rubielos de Mora: la primera arrojó el carro de sus posiciones de Chert, al propio tiempo que la cuarta obtenía en empeñada lucha un señalado triunfo contra los mandados personalmente por Dorregaray en Monlleó; y por fin, el 30 cupo en suerte a la tercera el encontrar y arrollar vigorosamente las de Gamundi, Boet y Payes en Mirambel y Tronchón. Una persecución tan activa ha producido el terror en el campo enemigo, y ante el convencimiento de su impotencia, no pudiendo ya sostenerse ni aun en las asperezas de estas montañas, han huido las facciones al otro lado del Ebro. Allí o donde estuvieren marchareis a encontrarlas.

Entretanto habéis acometido y realizado en breves días, unidos a vuestros compañeros los valientes soldados del ejercito de Cataluña, ya victoriosos bajo el mando de su distinguido general en Flix y Mirabet, otra empresa de mucha importancia para la completa pacificación de este territorio, después de un corto sitio y gloriosos combates, con brecha abierta, Cantavieja, la capital y el baluarte de la insurrección, ha caído hoy en nuestro poder. Delante de vosotros han desfilado como prisioneros de guerra los 2.000 soldados que componían la guarnición.

Camino que atraviesa el carrascal desde las horcas

Terminado pues así, de un modo tan fructuoso y brillante el primer periodo de la campaña, podéis ya estar seguros de dar gloriosa cima a la obra que el rey os encomendó y en que la Patria fia lisonjeras esperanzas. Jovellar.

José María Barella Miró
Gijón, 15 de Marzo de 2004

Composición de la página Angel Gimeno Monforte 30-06-2004