LOS LÚCIA: UNA SAGA TRONCHONERA

El día 13 de Marzo de 1850 nació en Tronchón José Lúcia Mezquita. Pertenecía a una familia campesina con escasos recursos económicos, pero una despierta inteligencia le dio la posibilidad de estudiar y licenciarse en Derecho en la Universidad de Zaragoza entre 1869 y 1873. Ejerció durante poco tiempo la profesión de Abogado y pasó a desempeñar las funciones de Notario gracias a una disposición legal que así lo permitía. En la Capital aragonesa tuvo ocasión de conocer y tratar a Mª. Teresa Lúcia, nacida en 1851 en Mirambel, prima segunda suya. Tras pedir a Roma la correspondiente licencia canónica por su parentesco, contrajeron matrimonio el 12 de Enero de 1874 en Cantavieja, localidad donde el novio ejercía su profesión de notario. El matrimonio tuvo doce hijos, de los que lograron sobrevivir cinco: Lucia, Encarnación, Dolores José y Luis.

Luis, Alfredo, Orencio Lúcia Lúcia nació el 17 de Octubre de 1884 en Las Coves de Vinromá donde sus padres se habían trasladado. A los pocos años de su nacimiento, la familia se trasladó a Nules (Castellón de la Plana) donde su padre consiguió su definitivo destino como Notario.

Antes de cumplir diez años, Luis fue matriculado como interno en el Colegio Valenciano de San – José regentado por los padres Jesuitas, donde tuvo ocasión de trabar amistad con compañeros con los que mantuvo lazos que le inclinaron hacía la política, convirtiéndose en una joven promesa dentro del ambiente tradicionalista, dedicándose de lleno al periodismo y la política.

El 17 de Abril de 1913 contrajo matrimonio con María Pilar Mingarro Roca perteneciente a una acaudalada familia de Burriana.

Dedicado de lleno a la política, fue el fundador de la “Derecha Regional Valenciana” y su ideario ha sido considerado como el introductor de la Democracia Cristiana en España declarándose siempre como enemigo de todo procedimiento de violencia, defensor de la democracia y de las vías legales con respeto absoluto al poder legítimamente constituido. Su ideología la podemos resumir extrayendo una frase de un artículo suyo, publicado en el, “Diario de Valencia” del 12 de Agosto de 1932: “Piensen todos que hay cosas que están por encima de todo. Son los principios fundamentales de la civilización cristiana. Y que por ser cristianos sólo cristianamente pueden y deben ser defendidos. Es decir como Cristo y sus Apóstoles nos enseñaron a defenderlos. No con las armas, sino con la ley de la ciudadanía en la mano”.

Proclamada la II República en el año 1931 siguió en sus ocupaciones políticas incorporando a su partido, la Derecha Regional Valenciana, en la CEDA. Ocupando en 1934 la cartera ministerial de Obras Públicas puso en marcha propuestas sociales como el “gran plan de obras pequeñas” que prevenía múltiples actuaciones de bajo coste con las que esperaba solucionar los problemas más inmediatos de la población. Prueba de ello fue conseguir para Tronchón que fuese servido por el coche de línea de Cantavieja a Morella dos veces por semana, lo que solucionaba uno de los problemas de la localidad, su incomunicación.

A fines de 1935, cuando ya se estaba fraguando lo que se convirtió en feroz guerra civil, Luis Lúcia fue pieza clave de los diversos intentos del presidente Alcalá Zamora para formar un gobierno que aglutinara los sectores moderados de la derecha y de la izquierda, intentos que renovó Indalecio Prieto en la primavera de 1936. Pero la paz era ya difícil, debido sobre todo a la deriva golpista de un sector de la derecha, que fue secundado por algunos elementos de la Derecha Regional Valenciana.

Una vez estallada la guerra, la figura de Luis Lúcia se hizo sospechosa a ambos bandos en lucha. Como señalan varios estudiosos de aquel conflicto, pocas figuras hubo tan merecedoras como Lúcia de ser incluidas en la “Tercera España” la que sufrió la persecución de ambos bandos. A pesar de su probada fidelidad al Régimen Republicano, que consideraba legítimamente constituido, Negrín ordenó su procesamiento. Al final de la guerra, aún no terminado el proceso a que le sometió el bando republicano, fue llevado por el bando “nacional” ante un Consejo de Guerra y condenado a muerte. Gracias a la presión que el Arzobispo de Valencia ejerció sobre el General Franco, fue indultado y condenado a cadena perpetua, que fue luego cambiada por el destierro a Palma de Mallorca hasta que fue puesto en libertad, pudiendo volver a Valencia donde falleció el 5 de Enero de 1943.

Es digno de recordar el comentario que, a su muerte, le dedicó el socialista Indalecio Prieto:

“Era un adversario político, pero noble, ante cuyo cadáver me descubro con respeto. La República cometió con él una injusticia y Franco otra mayor. La acendrada fe cristiana de Lúcia le había movido a perdonar a los hombre de uno y otro bando....Ahora, el caudillo de la Derecha Regional Valenciana, tan fiel a sus convicciones, ha muerto en un hospital, Descanse en paz el pundonoroso caballero católico”.

Parte de la familia Lúcia continuó residiendo en Tronchón, los descendientes, de un hermano de José Lúcia Mezquita. A este grupo familiar, Los Lúcia Mateo, perteneció Orencio Lúcia Mateo, sacerdote, que fue párroco de Villareal y Arcipreste de Morella.

Para los que quieran ahondar más en el conocimiento de la biografía e ideario del hijo de un caballero de Tronchón y una Señora de Mirambel, pueden consultar el libro de Vicent Comes Iglesia, “En el Filo de la Navaja. Biografía política de Luis Lúcia (1888 – 1943)” y el artículo, publicado en “El País” de 1 de Julio de 2001. “Luis Lúcia, entre las dos Españas” original de su nieto, el Catedrático de la U.C.M. D. Ignacio Sols Lúcia.

José María Barella Miró
Gijón, Junio de 2004

Composición de la página Angel Gimeno Monforte 30-06-2004