Como en todo el Sistema Ibérico, las particularidades de la climatología provienen más de las precipitaciones que de las temperaturas. La pluviosidad es escasa en general, presentado además la particularidad de ser muy irregular, tanto en cantidad como su distribución, pues hay años en que los periodos primaveral y otoñal de las precipitaciones se adelantan o se atrasan considerablemente.
Los veranos son calurosos en el centro del dia,
suavizándose las temperaturas por la noche.
Es normal la producción de tormentas muy intensas, con gran aparato eléctrico
y poca duración.
Los inviernos son frios y secos, con más heladas que
nevadas alcanzando unas temperaturas extremas de - 10º
La estación más agradable es el otoño, puesto que la
primavera acostumbra a ser corta y fria, prolongándose las
heladas invernales.
La propia de la zona era la abundancia de arbolado (pinos carrascos y albar, encinas, enebros, robles, chopos, sabinas, olmos, arces, azarollos) en las laderas y alturas; monte bajo y matorral en las altiplanicies y frutales (nogal, níspero, ciruelo, cerezo, aliagas, zarza galabardera, zarza mora, coscojas, boj, endrino, espino y erizo). Asi como prados en los microclimas de los barrancos profundos.
El abandono de las industrias artesanas ante el empuje de
la industria moderna, determinó una fuerte emigración con la
consiguiente reducción del cultivo de tierras a las más
rentables que, actualmente, provoca la erosión de todos aquellos
terrenos que fueron bancales de explotación marginal.
La hasta ahora, tímida dedicación a algunas fincas a la
ganadería, asi como la pequeña incidencia de la repoblación
forestal del término, pueden determinar una progresiva
desertización de la zona.
También esta tierra es un paraíso para los micólogos o para
los aficionados a las setas, ya que si buscamos encontraremos la
seta de cardo o de chopo, el robellón, las patas de rata, los
pedrazos, los hongos y los bujardones entre otros.
El mundo animal está representado por el conejo, la liebre,
las ardillas, los zorros, las ratas de monte, el jabalí, las
ginetas, los erizos, los tejones, las serpientes comunes y
escurzones, la cabra hispana, los buitres, los cuervos, la
graja, las perdices, las codornices.
Son muchas las especies tanto animales como vegetales que podemos observar si nos detenemos un poco. Hablando con los lugareños podrán contarnos la fauna y flora más abundante, como hemos intentado exponer aqui. Pero es mucho más recomendable visitar el lugar, pasear tranquilamente, observar y preguntar. Acompañados de un bloc de notas, una cámara fotográfica y unos prismáticos, descubriremos uno de los más bonitos lugares de Aragón. Si además en nuestro paseo nos acompaña un vecino conocedor del entorno, el aprendizaje y el disfrute serán mucho mayores.