Sobre el aspecto que tomó en Tronchón esta lucha por la supervivencia, tanto la memoria del Escribano Escorigüela, como los documentos del Archivo, nos han permitido tratar el siguiente panorama:
Otra fuente de préstamos la constituían los terratenientes, personas no
residentes en la villa, pero con posesiones en la misma y, generalmente, de
buena o muy buena posición económica.
Con tales personas, además de buscarles como prestamistas, se sigue la
táctica de tratar de hacerles contribuir como si fueran vecinos de la villa,
originándose pleitos y disputas como la habida con D. Gaspar Miró, que
hemos podido seguir con algún detalle.
En 1714 la villa emprende un pleito contra don Gaspar pretendiendo cobrarle la parte de impuestos, tratando de esquivar la exención, a que le daba derecho su condición de Caballero, que le correspondían por ser terrateniente de la villa. Sobre este punto, hemos tenido a la vista los documentos siguientes:
- Una "Respuesta sobre los reparos que me propone la villa de Tronchón sobre las diferencias sobrevenidas a las pretensiones que tiene contra D. Gaspar Miró" de D. Juan Cebrian y Ballester, superintendente. Según la respuesta, a don Gaspar no se le puede quitar su derecho puesto que su abuelo extendió su privilegio al Reino de Aragón. Lo único que puede hacerse es obligarle a justificar con "documentos verídicos" su condición de descendiente de su abuelo.
- Una carta acompañando el documento anterior en la que como dato curioso, don Juan encarga unas palas para jugar a la pelota "pues tengo información de que hay un artífice en esa que las traba harto bien". - Una carta de la villa, de fecha 14 de abril de 1716, al abogado de Zaragoza D. Raimundo Andosilla. En ella se le plantea el caso de don Gaspar para que responda y "si podemos entrar a defendemos, aunque no estamos para gastos, como haya razón y justicia seca no nos encogeremos".
- Otra carta de don Juan Cebrian (mayo de 1716) en la que se ratifica la tesis de la suya anterior. Además, seguramente en respuesta a consulta de la villa sobre la posibilidad de vender alguno de los bienes propios de la misma, dice que no puede hacerse sin mediación de un Decreto Real. Para ello deben dirigirle un Memorial, como lo ha hecho La Codoñera.
- Un escrito, sin fecha ni firma, probablemente borrador para un memorial a dirigir a don Juan. En él se detalla la deuda de don Gaspar, 1614 libras por cuartel de los años 1707 a 1716, de la que se debe descontar la deuda de la villa de 400 recibidas en 1709. Reproducimos parte del documento por ser altamente demostrativo de la delicada situación económica de los ayuntamientos de la época: "En consideración de haberse querellado don Gaspar Miró alegando no era justificada la obligación le habíamos señalado de quartel por el año 14, y la que le corresponde por el 15...y para no pagar el de éste anguilea y busca efugios... añadiendo que hace quatro, o seis, años va Su Merced barlomenteando de una parte a otra para lograr el quartel de su convivencia... y como esta villa era refugio y este le falta, hállase amarado y quiere solo pagar con quejarse. El vecindario foral lo tenemos muy alterado... muchos con su pobreza casi no hacen número en las asistencias. El Capítulo tiene muchas mandas suyas en el término sobre las que no podemos cargar. Las Aziendas están muy cargadas y lo libre de los terratenientes importaba 600 libras. Si estas nos fallan, no es practicable el poder dar salidas y, pues VM, se precia de ser tan buen vasallo del Rey Ntro. Sr. le suplicamos... su poderosa mediación para que este Cavallero y los demás terratenientes paguen con brevedad y sin resistencias. Fiamos de la innata piedad y ardiente celo de VM, en este singular favor".
Las bases del acuerdo se establecen, primero, en una conversación entre Bartolomé Serret, vecino de la villa, y Bernardo Labaila, apoderado de don Tomás. A continuación, la villa escribe, el 18 de octubre de 1718, al propio don Tomás con la propuesta de cobrar 5 sueldos por peón al día y el ruego de que "Su Merced se habrá de animar a dar cada dia un sueldo en dinero a cada peón". Los peones se cambiarían cada mes en equipos de diez y, "esto se propone pero no se ofrece", quizá sería posible el aporte de caballerías para el transporte de tierras.
Por su parte, don Tomás debería comprometerse a realizar las gestiones oportunas para librar a los tronchoneros del servicio de conducir caballerías para el ejército y proporcionarles la exención de pagar derechos de peaje para poder llevar, sin riesgo, los comestibles y ropas para los peones a Tortosa.
Don Tomás, en dos cartas, una para Serret y otra para las autoridades de la villa, se hace el melindroso y trata de obtener una rebaja en el sueldo a pagar, proponiendo cuatro sueldos a la villa y uno por peón. Admite hacer las gestiones en Zaragoza para retirar las cartas de pago del cuartel y la sal, si así se lo admiten, o "alargar el dinero a la villa".
El 7 de noviembre, Gerónimo Belmonte, como representante de la villa, recibe en Maella, de manos de Bernardo Labaila, la cantidad de 370 libras, por las que extiende el oportuno recibo.
"Nosotros los abajo firmados don Tomás de Burgo, tesorero de la fábrica
de Vidrios establecida en la ciudad de Tortosa, de una parte, y Jerónimo
Belmonte, vecino de la villa de Tronchón, sindico de dicha villa y
encargado de poder auténtico de ella hecho por Felipe Gozalbo, notario de
ella, de otra parte. Convenimos en el siguiente, a saber: que yo Gerónimo
Belmonte he recibido de dicho D. Thomás de Burgo por vía de préstamo la
cantidad y suma de trescientas setenta libras valencianas en especies
corrientes, por cuyo pagamento y satisfacción me obligo en mi nombre y
el de la villa, según dicho poder que tengo, en mantener dicha Fábrica,
contando desde el día de la fecha de este, cada día, veinte peones que han
de ser de la satisfacción de dicho D. Thomás de Burgo y a no serlo todos o
parte de ellos, quedará al arbitrio de D. Thomás de Burgo reusarlos y será
preciso a dicha villa reemplazar aquellos reusados: siempre que reusasen
los mismos reemplazados podrá tomarlos dicho D. Thomás de Burgo a
donde le pareciese a costa de la villa no siendo satisfecho de los que
embiará ella. Cada uno de dichos peones ganará cinco sueldos valencianos
cada dia que trabajare todo el día y lo que le correspondiere al tiempo que
trabajare dicho dia. Y además de las trescientas setenta libras expresadas
dicho D. Thomás de Burgo dará diariamente un sueldo valenciano a cada
uno de dichos peones también por vía de préstamo, por cuya satisfacción
como por la de dicha suma de trescientas setenta libras yo, Jerónimo
Belmonte me obligo en mi nombre y el de dicha villa en ir manteniendo
dicho número de peones en el trabajo y obras que nos dará dicho don
Thomás de Burgo sin discontinuación hasta el entero cumplimiento y
satisfacción de la suma indicada con la advertencia que dichos peones han
de llevar los instrumentos para trabajar a lo que se les pudiera y que de las
especies que ha entregado D. Thomás de Burgo hallándose algunas que no
fuesen corrientes se las bolbería a tomar dicho D. Thomás - Firman
Thomas de Burgo y Gerónimo Belmonte, Síndico de la Villa de Tronchón".
Hecho doble a la fábrica a 6 días de noviembre de 1718.
Las levas se organizaron a base de veinte hombres que se desplazaban a Tortosa al mando de un "cabezalero", encargado de llevar las cuentas y suministrar víveres y materiales. Una vez terminado su plazo, el cabezalero rendía las cuentas al Jurado Mayor. Para liquidar el préstamo se requirieron tres levas: la primera empezó el trabajo el 23 de noviembre de 1718 y acabó el 20 de diciembre; la segunda empezó el 9 de enero del año 1719 y finalizó el 25 de febrero; la tercera esperó a que terminaran los trabajos agrícolas, desplazándose a Tortosa en noviembre de 1719 y concluyó, con el saldo de la deuda, en diciembre.
La segunda leva dejó el préstamo reducido a ciento doce libras con siete sueldos y un dinero, según consta en el recibo extendido por Juan Belmonte menor.
En septiembre de 1719 se hizo cargo del asunto el nuevo Jurado Mayor, Felipe Gozalbo.
Se conservan los "quademos de lo ganado, gastado y recevido" por los peones. Por ellos podemos ver las sustituciones que se producían, unas de tipo familiar, como "Feliciano Zapater por su padre", otras sin explicación como la de "uno de Olocau qne fue por Juan Colomer".
Al final del cuaderno, se hace la cuenta total siguiente:
"Primo: en 1835 jornales a 5 s,9175 sueldos, digo: 458 1, 15 s. Mas Jusepe el Carpintero dio 6 jornales a 10 sueldos y no tomó el sueldo que dava D. Thomás: 31. Total, 461 1. 15 s.
Quita de esta cantidad 1835 sueldos dio D. Thomás a los jornaleros por día Quedan cabales: 370 libras para pagar las 370 libras tomó la villa de Tronchón de D. Thomás y este dinero se consumió en Zaragoza".
BIBLIOGRAFÍA y TEXTO DEL DIARIO DE TERUEL del 19 Marzo de 1981