(20) MARCOS MATEO CONESA
RECOMPENSAS OFICIALES DE LOS HÉROES DE BALER
Con fecha 4 de septiembre de 1899 (D.O. núm. 195) se publicó la siguiente Real orden:
"Circular. Excmo. Sr.: Enterada S.M. (q.D.g.) de que han llegado a la Península los oficiales
y soldados que restan de los que formaron la guarnición de Baler (Filipinas), al mando del
Segundo Teniente de la Escala de Reserva de Infantería D. Sauturnino Martín Cerezo,
considerando que dicha guarnición ha sufrido más de un año de riguroso asedio incomunicada con
la Patria y dando señaladas pruebas de su amor a ella y de su culto al honor de las armas;
considerando que a las muchas intimidaciones que se le hicieron para rendirse contestó
negativamente con heroica entereza hasta que, agotados los víveres y municiones capituló con
todos los honores de la guerra, el Rey (q.D.g.), y en su nombre la Reina Regente del Reino, se
ha servido disponer que, sin perjuicio de recompensar a cada uno de los oficiales, cabos y
soldados del destacamento, según sus merecimientos, se les den las gracias en su Real nombre y
se publique en la Orden general del Ejército la satisfacción con que la Patria ha visto su
glorioso comportamiento, para que sirva de ejemplo a cuantos visten el honroso uniforme militar.
Es asimismo la voluntad de S.M. que se abra juicio contradictorio en la Capitanía general de
Castilla la Nueva, para acordar la concesión de la cruz de la Real y Militar Orden de San
Fernando a los que se hubiesen hecho acreedores a ella, según su Reglamento".
Por otra Real orden de 28 del citado septiembre de 1899, inserta en el D.O. núm. 215, y "en
consideración a los importantes servicios prestados por las fuerzas del Ejército destacadas
en Baler (Filipinas), y del heroico comportamiento observado en la defensa de dicho pueblo hasta
el 7 de agosto de 1898, en cuyo día fue rechazado el enemigo y puesto en precipitada fuga al
intentar asaltar y quemar la iglesia", se concedieron:
- Al Capitán E.R. de Infantería señor Las Morenas, el empleo de Comandante.
- Al Segundo Teniente E.R. de Infantería, D. Juan Alonso, empleo de Primero.
- Al Segundo Teniente E.R. de Infantería, D. Saturnino Martín Cerezo, empleo de Primero.
- Al Médico provisional D. Rogelio Vigil, cruz de 1ª clase de María Cristina.
- A los dos cabos, el corneta y 28 soldados supervivientes (comprendido el sanitario),
cruz de plata del Mérito Militar con distintivo rojo y la pensión mensual de 7,50 pesetas,
vitalicia.
En Otra Real orden de la misma fecha, publicada en el mismo Diario, y "en consideración a los
importantes servicios prestados por las fuerzas destacadas en Baler, y del heroico
comportamiento observado en los diferentes hechos de armas ocurridos en la defensa de dicho
pueblo, desde el 8 de agosto de 1898 hasta el 2 de junio de 1899", se agradeció:
- Al Primer Teniente D. Saturnino Martín Cerezo con el empleo de Capitán.
- Al Médico D. Rogelio Vigil con la cruz de 1ª clase de María Cristina.
- Y a los 31 hombres de tropa con otra cruz de plata del Mérito Militar a cada uno
pensionada con 7,50 pesetas mensuales y vitalicia
Instruidos los oportunos expedientes, se concedieron luego al Comandante D. Enrique de Las
Morenas y al Capitán D. Saturnino Martín Cerezo la cruz Laureada de San Fernando.
Por la Ley de 6 de marzo de 1908 (D.O. núm. 54) se dice: "Articulo único. Se concede una
pensión vitalicia de sesenta pesetas mensuales a los tres cabos, un corneta y cuarenta y dos
soldados de Infantería que componían la guarnición de Baler (islas Filipinas), así como a un
sanitario encargado de la enfermería; siendo transmisible dicha pensión a las esposas e hijos
de los que hubieran muerto o fallezcan en lo sucesivo, y, de no tenerlos, a sus padres".
Con anterioridad y por el General Aguinaldo, Presidente de la República de Filipinas, les fue
concedida la Placa Especial de Manila a todos y cada uno de los supervivientes de Baler,
tratándolos como amigos y en consideración a su valor y heroísmo.
Años más tarde, parece ser se quiso solicitar juicio contradictorio para que la Laureada de San
Fernando se otorgara a los héroes de Baler, colectivamente, tanto al médico como a la tropa,
cosa que no prosperó. Unicamente se les reconoció ya muy posteriormente la condición de Tenientes
Honorarios.
Ya casi al final de su trabajo, Ortiz Armengol dice lo siguiente: "Hoy existe en el cementerio
de la Almudena de Madrid, un sobrio mausoleo en honor de unos pocos héroes de la guerra de Cuba
y Filipinas. Junto a J. Ruiz, Eloy Gonzalo (Cascorro), Santocildes y Vara del Rey, se
depositaron allí los restos del Teniente Alonso Zayas, del Capitán Las Morenas, del P. Gómez
Carreño y de catorce soldados, restos exhumados en Baler en 1903. Posteriormente se han añadido
a ellos los del médico Vigil de Quiñones y los de Martín Cerezo, por expreso deseo del
Ministerio de Defensa.
Los de los soldados supervivientes reposan en sus respectivas tumbas. El P. López reposará
en el fosar de su Pastrana natal, pero el P. Minaya, muerto en 1936 en un pueblo de La Laguna,
dejó allí sus huesos, cierre obligado a nuestro último "cronista de Indias".
La exhumación de los enterrados en la iglesia de Baler, que se cita anteriormente, no sería muy
difícil en 1903 para trasladarlos a España y al Cementerio de la Almudena de Madrid ya que en
la página 237 del libro de Martín Cerezo "El Sitio de Baler", edición de 1934, figura el plano
de la iglesia con las respectivas tumbas de cada uno de los muertos durante el famoso sitio.
BIBLIOGRAFIA
-LOS ROSTROS DEL MITO
-LORETO GALLEGO-HEROE DEL BALER 1898-1899
EL SITIO DE BALER Y "LOS ULTIMOS DE FILIPINAS"
-CEDIDOS POR EL AYUNTAMIENTO DE TRONCHON